Thursday, February 20, 2014

Nuestra Conducta marcará la diferencia


Por: Yoaxis Marcheco Suárez

Los spots televisivos y algunas críticas publicadas en la prensa oficial me hicieron sentir motivada a ver el filme cubano de reciente estreno en las salas cinematográficas de la capital: Conducta. La mejor manera de disfrutarlo, sin lugar a dudas, era asistiendo al cine, verlo en pantalla grande e interactuando con los cientos de espectadores sentados a mi alrededor, y digo interactuando porque Conducta es una de esas películas que arrebatan suspiros, risas y exclamaciones de aprobación y complicidad. Así lo hice, como rememorando años pasados de festival de cine habanero, mi esposo y yo fuimos al céntrico cine Yara y tras hacer una larga cola entramos y vivimos la experiencia de disfrutar de un filme inolvidable que segura estoy veré muchas veces más.

No voy a entrar en los detalles técnicos, de los cuales confieso no soy experta conocedora, eso lo dejaré para los críticos, voy a hablar de las sensaciones que despierta la película en los espectadores comunes y corrientes como yo. La primera gran impresión fue ver La Habana como en un espejo, sin maquillajes, ni parches, ni coloretes.  La Habana con todas sus arterias rotas y sus enormes grietas. La Habana que parece se caerá de un momento a otro sin remedios. Esa Habana sucia, opaca y oscura es en parte la gran protagonista de esta historia, o quizás la que espera que sus habitantes reaccionen de manera tal que adopten una “conducta” positiva y activa encaminada a cambiarla, a salvarla. Esa Habana que grita, pero que lucha por mantener en alto su cabeza de gran señora que otrora fue. Las excelentes tomas cinematográficas de la película nos muestran a La Habana real, pero con el respeto y el cariño con que la ve Ernesto Darana su realizador, el mismo con el que  la miramos quienes la amamos. Esa Habana de la que todos los cubanos somos responsables.

Inmerso en el paisaje urbanístico habanero se nos muestra el drama de los seres humanos. Una sociedad que se oscurece más cada día con los desvalores y la marginalidad. La vida que se torna en cruenta lucha cotidiana por la supervivencia. Todo a través de un niño, Chala, quien prácticamente solo debe enfrentar las situaciones adversas en las que la vida lo ha involucrado: una  madre adicta,  la ausencia  de un padre y un cúmulo de escaseces materiales y espirituales que tornan miserable la existencia. Lo percibimos todo a través de la excelente actuación del jovencito Armando Valdés. La suspicacia compite con la inocencia, y la chabacanería se disputa con los buenos sentimientos en la mirada y en las frases del Chala. Un niño lleno de sufrimientos y rodeado de una realidad hostil. Pero Chala puede salvarse.

Carmela es la maestra que encarna la valiosísima actriz Alina Rodríguez. Una actuación impecable. La química entre Chala y Carmela es casi perfecta, y no digo perfecta para no lucir exagerada. Una relación tan humana y a la vez encaminada a hacernos reflexionar, con toda la seriedad que lo amerita, sobre la educación y la enseñanza, en un país donde ambas sufren una crisis profunda, aún cuando quienes lo “dirigen” quieran tapar el sol con un dedo y engañen a muchos, incluidas organizaciones internacionales prestigiosas como la UNICEF. En la película vemos a una maestra empoderada y llena de determinaciones, alguien que rompe con los absurdos mecanismos burocráticos y políticos impuestos en el país para llevar una enseñanza sana a sus alumnos y detenerse a educarlos, a encaminarlos para que transiten seguros hacia el futuro, en una noble lucha por salvarlos. Carmela se involucra en la vida de sus niños, se adueña del aula, segura de sí misma trasmite los valores necesarios. ¿Qué es la patria? Jamás se mencionan a los “inmaculados” gobernantes, o a la revolución vitalicia, o a los cinco espías, sobrenombrados héroes. Los dogmas políticos están fuera del guión. La patria somos todos, es José Martí y nuestros próceres, la patria es también una estampita de la virgen que una de las alumnas coloca en el mural del aula. La patria sale de la boca de los niños espontáneamente y la hábil educadora los dirige y los ayuda a conformar un concepto correcto.

La maestra por su parte tiene su propio drama, el drama de muchos cubanos y cubanas. Su hija y nieto emigran al exterior y la dejan sola y enferma, pero Carmela es la maestra ideal, con una experiencia de 50 años, su vida personal ocupa planos secundarios ante su  mayor reto que es el de seguir haciendo lo correcto enfrentando  a un sistema absurdo. Chala no es el único con situación problemática en el aula, uno de los mejores amigos del niño tiene a su padre preso;  la niña que despierta en Chala pasiones amorosas es una emigrante oriental en La Habana que debe sortear cada día  junto a su padre  a la policía para no ser deportados a su provincia. Pero bien dice Carmela que en tantos años de magisterio ella ha tenido que enfrentar grandes luchas y siempre ha sacado a sus alumnos adelante: desde el hijo de un opositor político preso hasta el mismo Chala, el niño al que ella librará por todos los medios sea enviado a una escuela de conducta, de donde más que enmendado saldrá aún más marcado.

Conducta es un filme que confronta a los cubanos con su conciencia social. Los lleva a ver la realidad sin escondrijos y la urgente transformación y cambio que necesita la Isla desde todos los puntos de vista, el más importante, en mi criterio personal, el cambio político del cual se desprenderían todos los demás. Nos muestra un país que sucumbe en la tristeza, pero que no necesariamente está perdido, cabe la esperanza de recuperarlo con personas plantadas en la verdad, la honestidad y las buenas costumbres, como Carmela, dispuestas a arriesgar su bienestar personal en la lucha por salvar la luz de los que mañana serán quienes lleven la patria, tomen las decisiones, encaminen a nuestra gente. Carmela y Chala, no son pasado y presente, son lo más genuino de lo que deberíamos ser todos los cubanos, la experiencia dispuesta para mejorar lo que no funciona y la vida dañada dispuesta a enmendarse, a seguir adelante, a cambiar todo lo que “verdaderamente deba ser cambiado”.

Salí del Yara agradecida, Conducta es un filme extraordinario, amén de lo que digan los críticos de arte. Nadie va a empañar el mayor milagro. Que los cubanos reflexionen y logren entender cuán protagonistas somos del necesario cambio.

Wednesday, February 19, 2014

Los verdaderos cambios en Cuba




Por Normando Hernandez

Se equivocan. Sí. Se equivocan todas las personas y gobiernos que piensan que en Cuba ha comenzado un proceso de cambios a favor del pueblo impulsado por el régimen  totalitario. En la isla sí hay cambios. Pero no son los cambios que a bombo y platillo presenta la propaganda de los hermanos Castro. Los cambios que existen en Cuba son los que la prensa internacional prácticamente no menciona. Hablo de los cambios que inciden de forma directa, negativa y que aterroriza a los cubanos. Hablo de los cambios que le permiten al totalitarismo castrista mantenerse en el poder. En Cuba los cambios han ido de mal a peor.

Los verdaderos cambios en Cuba son en el ámbito represivo. Para que se tenga una idea la represión y el control ciudadano del 2010 (3042) al 2013 (6346) aumentó un 208%.

Asimismo en enero de 2014 existieron 1052 detenciones arbitrarias para un aumento del 899% comparado con igual periodo de tiempo del 2010 (117). También en el primer mes de este año se documentaron:

  • 79 agresiones físicas,
  •  91 actos de hostigamiento,
  • 89 actos de repudio y
  • 53 actos vandálicos contra los hogares de pacíficos opositores.

Las denuncias sobre la nueva modalidad represiva de Vandalismo de Estado contra los hogares de quienes se oponen al régimen de los hermanos Castro tienen oídos sordos.

La más reciente víctima de Vandalismo de Estado es el líder del frente Nacional de Resistencia Cívica y Desobediencia Civil Orlando Zapata Tamayo, Jorge Luis García Pérez “Antúnez”. En solo una semana, la vivienda del opositor pacífico fue objeto, en tres ocasiones, de “desalojo violento con ocupación indiscriminada de bienes en su vivienda por parte de los agentes policiales”. Antúnez ha sido golpeado y se ha visto obligado a comenzar una huelga de hambre exigiendo le devuelvan lo robado. En la actualidad ya tiene síntomas de deshidratación.

Pero de lo que casi nadie se hace eco es de las muertes y desapariciones ocurridas bajo el régimen de Raúl Castro. El Archivo Cuba ha documentado, de forma parcial, unos 166 casos detallados, del 1 de agosto de 2006 al 15 de diciembre de 2013:

  • 2  Desapariciones Forzadas
  • 15 Asesinatos Extrajudiciales
  • 10 Asesinatos Extrajudiciales - Supuestos
  • 4 Por Huelga de Hambre en Prisión
  • 86 Por negligencia médica o condición médica en prisión
  • 46 Suicidio reportado en prisión o provocado:
  • 3 Accidentes / Negligencia en prisión 

Archivo Cuba asegura que “Además de los 166 casos detallados, existen 42 casos más -para un total de 208 casos documentados”.

¿Cómo es posible que las personas y gobiernos democráticos no quieran ver la naturaleza criminal del régimen de Cuba? ¿Cómo es posible que los países de la Unión Europea quieran negociar con el régimen cubano y no quieran ver los verdaderos cambios en Cuba?

Es lamentable que personas y gobiernos deseen ser engañados, una vez más, por la mentira y la implacable propaganda política del régimen de los hermanos Castro.

¿Hasta cuando el pueblo de Cuba, tendrá que soportar la insolidaridad, de gran parte, del mundo Libre?


Thursday, February 13, 2014

La hora del decoro


Por César Menendez Pryce

Cuando la Unión Europea pretende normalizar las relaciones con Cuba, el régimen de la isla lo festeja con más de 1100 detenciones en mes y medio, interpretando las señales provenientes del mundo como la luz verde necesaria para reprimir al pujante, y por primera vez vertebrado, movimiento disidente. 
Las engañosas medidas liberalizadoras de Raúl Castro sonaron como un pistoletazo de arrancada para la desvergüenza global. Y vemos no sin asombro como los falsos demócratas, parapetados tras el pretexto “de los cambios” intentan lucrar, apuntalando al decrépito gobierno cubano.  
Merodean la isla los Alfonso Fanjul soñando obtener en las heridas de los angustiados cubanos una fuente de explotación. Nada importa ya la patada recibida hace años de los castristas cuando les nacionalizaron todas las propiedades y les hicieron huir con lo puesto. El tiburón azucarero huele a sangre en un mar de sufrimiento y él reclama su tajada de la víctima.  Cincuenta años acumulando dinero a costa del dolor con los jamaicanos y haitianos en el sur de la Florida le sabe a poco. 
La Unión Europea quiere premiar las forzosas y tímidas aperturas realizadas por Raúl Castro persiguiendo el fin naif de incitarlo a continuar avanzando por el “buen camino”.  Se equivocan los que piensan que el régimen de la isla hubiera cambiado de actitud sin la fuerte presión llevada a cabo por la Unión Europea -con su postura común- y Estados Unidos y, desde dentro, por la actitud de los aguerridos grupos disidentes. La realidad indica que el gobierno castrista no muestra la mínima empatía con los ciudadanos cubanos,  sólo tiene en cuenta el bienestar de los cubanos cuando este bienestar está íntimamente ligado a la supervivencia del propio régimen.
El régimen ha permitido los trabajos por cuenta propia como una válvula de escape a la desastrosa situación laboral de la isla. Al borde de una explosión social se toleraron los emprendedores a quienes, paradójicamente, se les obliga a prácticas ilegales para desempeñar sus labores.  Un sastre no cuenta de un mercado mayorista donde adquirir de forma legal la materia prima con la que realizar su trabajo. Si desea coser, la única manera es comprando en el mercado negro los productos necesarios . De esta forma malévola el régimen los hace vulnerables y siempre tiene  la opción de suprimir el emprendimiento cuando le venga en gana.
En Cuba no se legisla, se tolera el trabajo emprendedor. El gobierno no proporciona un entorno jurídico seguro para el desarrollo de ninguna actividad laboral. Todo queda a la buena voluntad del régimen y no es descabellado pensar que cuando reciba los fondos provenientes de Europa o América volverá a cerrar el grifo esta vez con las arcas llenas.
Cuba carece de una legislación laboral donde se hable de los derechos de los emprendedores y sus trabajadores. Nadie habla de salario mínimo interprofesional, de garantías laborales, de vacaciones retribuidas, de derecho a la maternidad o de seguridad laboral, de derecho a la jubilación y mucho menos a un salario digno.
En Cuba hasta hace muy poco se prohibía todo de hecho, ahora se prohíbe todo de facto. El salario promedio en la isla es de 20 CUC y si alguien quiere comprar un vehículo viejo, con más de 10 años de uso, debería pagarlo con 200 años de vida laboral. Si pretende viajar al exterior, tiene que pagar el pasaporte con dos años de vida laboral. Si quiere ir a un hotel cubano, tiene que reservar la noche con el equivalente a tres meses laborales.  Si quiere tener teléfono móvil, tiene que pagar un mes de servicio con el salario de dos meses.  Si quiere comprar un pantalón, tiene que adquirirlo con el salario de dos meses. Si quiere comprar una libra de frijoles para comer, tiene que comprarla con el equivalente a un día de trabajo. La Resolución No. 551 del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) del 27 de diciembre de 2013 estableció la tarifa del metro cuadrado del  alquiler mensual de viviendas  a cinco pesos convertibles.  Para alquilar una micro vivienda de 10 metros cuadrados  se debería pagar 50 CUC o lo que es lo mismo dos meses de trabajo con los salarios cubanos. 
En estos años de “apertura”, el régimen parece haber abierto de par en par las rejas de las hienas más sanguinarias de la isla. La represión ha alcanzado niveles sin precedentes, según Amnistía Internacional en su informe anual, solo en 2013 en Cuba se practicaron más de cinco mil detenciones por causas políticas. Las golpizas y los allanamientos de viviendas de los disidentes se ha convertido en algo rutinario. 
Hay que tener en cuenta que en la isla el movimiento disidente es totalmente pacífico.  No obstante, el gobierno arremete con dureza, utilizando prácticas mafiosas como golpizas callejeras, “secuestro Express”, e intimidación a los familiares. En los últimos cinco años importantes figuras de la oposición han perdido su vida por causas dudosas. A pesar de las condenas, la represión, la brutalidad policial y las bajas sufridas,  los opositores mantienen su talante pacífico y su deseo de ser incluidos  como interlocutores  justos en una hipotética negociación con el gobierno.
La disidencia cubana no se opone a ninguna forma de apertura ni acercamiento al régimen. Simplemente la disidencia cree que es básico que los intereses del pueblo cubano estén presentes en cualquier mesa de negociación. Y esto no será posible hasta que se realicen elecciones libres en Cuba donde participen las diferentes opciones políticas. 

Para aquellos amigos del mundo que sueñan con la democracia en la isla, la única negociación posible, desde el exterior con el régimen, es la de establecer la fecha para celebrar las ansiadas elecciones democráticas  y multipartidistas. Todo lo demás es hacerle el juego al régimen opresor, pisoteando de hecho el arduo trabajo de los pacíficos grupos disidentes de la isla.  Ha llegado la hora, de lo que José Martí llamó, el decoro.

Monday, February 10, 2014

Recordando a Martí




Por Lincoln Diaz-Balart

Fui invitado a pronunciar unas palabras el 28 de enero en una cena en el Instituto San Carlos de Cayo Hueso. Estuvo presente esa noche una amplia representación de la Ciudad de Cayo Hueso, además de la dirección del Instituto San Carlos, donde habló Martí en 1892. Desde 1871, el San Carlos ha simbolizado la aspiración de libertad de los cubanos.

Comencé mis palabras en la noche del 28 de enero agradeciéndole a Diana Arteaga el gesto de la invitación. Diana es una joven y brillante abogada, miembro de la Junta Directiva del San Carlos, que lleva a Cuba en lo más profundo de su corazón. Es una joven líder extraordinaria.

Hice énfasis en la admirable e histórica labor del abogado cubano que salvó al Instituto San Carlos de la destrucción, Rafael Peñalver. Realmente no se puede agradecer suficientemente lo que ha hecho Rafael Peñalver al lograr preservar ese bello santuario de cubanía.

Recordé que nos reuníamos esa noche en el natalicio de Martí. Las paredes del San Carlos están cubiertas de recuerdos de su pensamiento, de su sacrificio, y de su amor por Cuba. Una de las cartas de Martí en las paredes del San Carlos es a su amigo Rafael Serra. En ella le recordaba (y nos dice a todos los que anhelamos ver a Cuba libre) “esté yo aquí o allá, haga como si lo estuviese yo siempre viendo…no se canse, no se canse de defender, ni de amar. No se canse de amar”.

Martí es el amor, la justicia, la libertad, el Estado de Derecho, la verdadera Cuba. La brutal y dantesca finca particular feudal de los Castro es la anti-Cuba. La Cuba de los Castro no tiene nada que ver con la verdadera Cuba, la que soñó Martí.

Para mí, expliqué, el 28 de enero tiene, además, un especial significado porque mi padre, Rafael Diaz-Balart, exactamente 55 años antes, el día 28 del primer mes de la tiranía de Castro, junto a un pequeño grupo de cubanos y cubanas en Nueva York (en gran parte, emigrados cubanos, como Pedro Peña y George Fernandez, que habían ido a pelear contra los Nazis como voluntarios en el ejército de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, y más tarde habían hecho sus vidas en Nueva York), fundó La Rosa Blanca para denunciar los fusilamientos que ya habían comenzado en Cuba. Casi la totalidad del mundo, incluyendo el gobierno de Estados Unidos, y la gran mayoría del pueblo cubano, apoyaban a la novel tiranía en esos momentos. De todas las cosas que hizo mi padre en su vida, su digna postura en enero de 1959 denunciando los fusilamientos de cubanos sin juicio o tras farsas al estilo de circos romanos, es lo que más le admiro.

Aquí entre nosotros, dije, se encuentra el Fiscal de Cayo Hueso Manny Madruga, cuya familia sufrió uno de esos dantescos fusilamientos por la recién estrenada tiranía. En las ergástulas totalitarias durante esos primeros años cuando nadie escuchaba, hombres y mujeres que sufrían la barbarie se enteraron que en el exilio se había formado La Rosa Blanca para denunciar el horror que sufrían. Y La Rosa Blanca se convirtió en un símbolo de resistencia a la barbarie de Castro.

Hoy, en este 28 de enero de 2014, un grupo de hombres y mujeres se reunieron en la sede que acoge a las delegaciones de “La Rosa Blanca” y de “Cuba Independiente y Democrática”, en Santa Clara, para conmemorar, dentro de Cuba, la fundación de La Rosa Blanca por ese grupo de cubanos y cubanas hace 55 años en Nueva York.

Mucho ha cambiado en estos 55 años. Hoy, la abrumadora mayoría de los cubanos se opone a la tiranía. Y el tirano, repudiado por el pueblo de Cuba, es casi un cadáver insepulto. Pero la condenable falta de solidaridad internacional con el derecho de los cubanos a ser libres continua, como hemos presenciado en la vergonzosa “cumbre de la CELAC” en La Habana en estos días.

Es precisamente debido a esa falta de solidaridad que yo trabajé intensamente en el Congreso de Estados Unidos para “codificar” (para convertir en ley), con la decisiva ayuda de Bob Menéndez e Ileana Ros-Lehtinen, los decretos presidenciales que constituían “el embargo” de Estados Unidos contra la tiranía de Castro, y para también hacer ley el requerimiento de que, para que un Presidente de Estados Unidos pueda levantar el embargo y normalizar las relaciones económicas de Estados Unidos con Cuba, tres cosas tienen que suceder previamente en Cuba: La liberación de todos los presos políticos, sin excepciones, la legalización de todos los partidos políticos, los sindicatos obreros y la prensa, y la convocatoria de elecciones libres para los cubanos. En cuanto se cumplan esas tres condiciones, desaparecerá el embargo. En la práctica, lo que hicimos en el Congreso fue poner en las manos de la oposición cubana (en coordinación y comunicación con los Congresistas cubano-americanos) un gran instrumento para lograr que la libertad llegue a Cuba.

Hay dos posibilidades para el futuro de Cuba, dije. O se toma el rumbo de la República Checa y Polonia, etc. hacia la libertad, o se establece una dictadura cruel y anti-obrera como las de China y Vietnam. La “codificación” del embargo americano y las condiciones para su levantamiento, constituyen una importante garantía de que triunfará la libertad.

Terminé entonces con una reflexión sobre el futuro de Cuba y Cayo Hueso. La tiranía está en su última etapa, y no solo por la avanzada edad del tirano. No existen instituciones en Cuba. La tiranía, ese régimen de gángsteres, por gángsteres, y para gánsteres dirigido por el gángster en jefe, se mantiene solo a base del terror.


Al liderazgo de Cayo Hueso les pedí que sean consistentes con su pasado. Cayo Hueso personifica la libertad y la tolerancia. Nadie tendrá una relación más estrecha con Cuba, pero aseguren ese futuro de amistad con Cuba siendo solidarios con el pueblo cubano hoy, y no con sus carceleros, que pronto estarán en el basurero de la más triste y condenable historia.

Wednesday, February 5, 2014

La relevancia de Martí hoy



Por Diana Arteaga
¿Alguna vez te has preguntado qué significa para ti José Martí? ¿Acaso él tiene alguna relevancia hoy?
Para nosotros, los hijos de cubanos nacidos fuera de Cuba, es una pregunta compleja. Nos criamos aprendiendo sus versos de La Edad de Oro, “La Guantanamera” fue una de las primeras canciones que aprendimos a cantar, y nuestras personas mayores, con sus canas tan queridas, nos aseguraban que si Martí no hubiera muerto “otro gallo cantaría, la Patria se salvaría, y Cuba sería feliz”.
Crecimos con una crisis de identidad. Para nuestra familia éramos “los americanitos”. Para nuestras amistades angloparlantes éramos “los cubanos”.
Yo siempre he sentido que soy totalmente cubana y totalmente americana. Muchas veces me preguntaban “¿Porque amas tanto a Cuba si no naciste allá?”
Es que mi amor por Cuba no nace de un certificado de nacimiento. Fue a través de Martí, y mis padres, que aprendí a amar a Cuba. Y ese amor me obliga a demostrarlo.
Martí me trajo al Instituto San Carlos en Cayo Hueso, donde he podido integrarme en su junta directiva no solo para preservar ese patrimonio nacional sino también para preservar el espíritu de la causa por la cual se fundó.
En 1871, un grupo de exiliados concibieron la idea del San Carlos de un deseo para tener un lugar donde podían conversar sobre Cuba y apoyar el derecho de los cubanos a la libertad y la dignidad. Aunque han pasado 143 años, la causa no ha cambiado. Y el San Carlos continúa personificando esa causa.
Este 28 de enero, el San Carlos se reunió para celebrar el natalicio de Martí. Y continuando en la tradición del San Carlos de rendirle tributo y gratitud a los que han sido campeones de la causa, se honró al ex congresista Lincoln Diaz-Balart.
Fue una noche verdaderamente especial, en la que funcionarios electos locales, empresarios y líderes de la comunidad tuvieron la oportunidad de escuchar una perspectiva nueva y diferente sobre Cuba y la importancia de que Cayo Hueso se alinee con el pueblo cubano en vez de con los intereses económicos a los que no les importa que los cubanos sean libres.
Comencemos a hacernos las preguntas: ¿qué significa Martí para mí? ¿Cómo puedo demostrar mi amor por Cuba?

@DianaMArteaga