Thursday, May 29, 2014

¿…Y qué del Granma y sus similares?



Por: Yoaxis Marcheco Suárez
No habrían mejores palabras para definir al diario Granma,  Órgano de prensa Oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba , que las expuestas por el periodista cubano radicado en Miami Lázaro Fariñas, en un artículo suyo publicado en el Diario Juventud Rebelde el 29 de  enero del 2013: «Cuando un  medio  periodístico se deja llevar por la emoción de sus deseos y comienza a publicar solo noticias que le sean afines a sus  objetivos ideológicos , más temprano que tarde pierde su credibilidad. El periodismo directamente relacionado con un objetivo político, deja por el camino su imparcialidad y se convierte de lleno en un medio de propaganda a favor de la causa que defiende.» 
Aunque el autor de las anteriores líneas se refiere a dos periódicos en particular: El Nuevo Herald y El País, olvida por completo que su crítica a ambos medios de prensa queda plasmada en un rotativo, que al igual que su análogo El Granma, son voceros oficiales del único partido político reconocido y legalizado por el gobierno cubano, el comunista. El simple hecho de ser órganos  oficiales de este partido, los convierten en publicaciones sin autonomía periodística y con una estrategia  editorial e  informativa supeditadas a los intereses ideológicos y políticos del  sector que representan.
Las innumerables similitudes entre el Granma y el Juventud Rebelde ayudan a deducir que el segundo es una copia fiel del primero, o sea su réplica.  Es notable la censura informativa que sufren ambos. Todas las informaciones son manipuladas, filtradas hasta la saciedad, pasadas por el vidrio monocromático del Partido y sus dirigentes. La parcialidad en el plano ideológico es indiscutible,  ambos representan los intereses de los comunistas.  Son escasas y seleccionadas al dedillo las noticias tanto del acontecer  internacional como nacional, muchas veces fraccionadas, siempre con el condimento de la conveniencia partidista, vistas desde un solo ángulo, desde una sola arista crítica y comprometida con sus dirigentes.
En el Granma el color político aparece por todas partes: comenzando por la perenne imagen de Fidel y Raúl en el denominado por el argot periodístico machón como culto a la personalidad de líderes y cabecillas, tan característico de las dictaduras. Las noticias ubicadas en primera plana, y que ocupan el primer orden en relevancia, están siempre relacionadas con la figura del presidente Raúl Castro. El Partido y sus preceptos, sus líderes y su accionar en la sociedad,  son intocables, inmaculados, irreprochables, libres de todo juicio o crítica. Lo que debería ser un periódico más dentro del mundo de la prensa en Cuba, siendo como es el representante o vocero de un partido político, es en cambio, el único medio legalmente reconocido al que tienen acceso los cubanos.  El monopolio de la prensa por parte de la clase dominante, es la muestra de cómo funcionan el resto de los sectores, todos bajo el mandato unipartidista y bajo la injerencia estatal.
El periodismo oficial, el que se lee en las apenas ocho páginas del Granma, supuestamente el más importante de todos los órganos de prensa en Cuba,  carece de la imparcialidad que debe caracterizar al periodismo serio y comprometido con la verdad y la justicia. El Granma  y sus ecos: Juventud Rebelde, Trabajadores y los semanarios de provincia, son voceros del Partido Comunista cubano, «convertidos de lleno en medios de propaganda a favor de la causa que este defiende».
El Granma impreso y sus réplicas se entierran a sí mismos en la mediocridad de la censura y  la desinformación. No deja de ser cómodo para el periodista Lázaro Fariñas, cuestionar a medios de prensa como El Nuevo Herald o El País amparado por las leyes de una nación libre y democrática. Pocos dentro de Cuba podrían emitir una valoración al respecto, la inaccesibilidad a Internet y a otro tipo de prensa que no sea la oficial, les imposibilita a los cubanos emitir criterios, o establecer comparaciones entre periódicos extranjeros con el diario Granma. Por otro lado, muchas personas y entidades que han sido acusadas, cuestionadas y hasta ofendidas en las páginas de este periódico, no han tenido la posibilidad de la siempre permitida defensa.
         Cuba necesita de manera urgente de un flujo de información libre e independiente. Está urgida del nacimiento de diversos órganos de prensa que fomenten el  debate periodístico. Cuba precisa de un periodismo imparcial y desprejuiciado de toda identidad política. Está necesitada de libertad de información y expresión,  y de profesionales  del periodismo dispuestos a servir, no a una, sino a todas las voces que conforman el coro de la sociedad cubana. El primer medio ya ha comenzado a andar, el parto ha sido difícil, pero al fin ha visto la luz desde el piso 14 de la bloguera Yoani Sánchez. Estoy segura que 14 y Medio nombre con el que fue bautizado este diario digital cubano totalmente independiente de la influencia estatal, se enfrentará a la censura de los  oficialistas y a las críticas  de otros sectores, incluso opositores al régimen. De todos modos yo le ofrezco aplausos y parabienes a este periódico digital que con valentía reta al Granma y a sus similares, y adopta el reto de ser libre y a la vez responsable de emitir información totalmente desprejuiciada de ideologías. Cuando los de adentro de la Isla logren acceder al universo amplio de publicaciones seriadas y periódicas, y al amplísimo mundo de la información, cuando el periodismo independiente logre calar e imponerse entre los cubanos de adentro;  es muy probable, con el debido respeto al señor Lázaro Fariñas, que al entierro que acudamos sea al del Granma y sus similares: «EPD», la libertad ha de imponerse.

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